Rawls teoría de la justicia
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Los dos principios de justicia de rawls
Una Teoría de la Justicia es una obra de filosofía política y ética de 1971 del filósofo John Rawls, en la que el autor intenta ofrecer una teoría moral alternativa al utilitarismo y que aborda el problema de la justicia distributiva (la distribución socialmente justa de los bienes en una sociedad). La teoría utiliza una forma actualizada de la filosofía kantiana y una forma variante de la teoría convencional del contrato social. La teoría de la justicia de Rawls es plenamente una teoría política de la justicia, a diferencia de otras formas de justicia discutidas en otras disciplinas y contextos.
La teoría resultante fue cuestionada y refinada varias veces en las décadas posteriores a su publicación original en 1971. Una importante reevaluación se publicó en el ensayo de 1985 “Justice as Fairness”, y en un libro posterior con el mismo título, en el que Rawls desarrolló aún más sus dos principios centrales para su discusión de la justicia. Juntos, dictan que la sociedad debe estructurarse de modo que se conceda a sus miembros la mayor cantidad posible de libertad, limitada únicamente por la noción de que la libertad de cualquier miembro no debe infringir la de ningún otro. En segundo lugar, las desigualdades, ya sean sociales o económicas, sólo deben permitirse si los más desfavorecidos estarán mejor de lo que podrían estar en una distribución equitativa. Por último, si existe una desigualdad tan beneficiosa, ésta no debe dificultar que los que no tienen recursos ocupen puestos de poder, por ejemplo, cargos públicos[1].
La teoría de la justicia de rawls pdf
En filosofía política, una teoría ideal es una teoría que especifica la estructura social óptima basada en supuestos idealizados y en la teoría normativa. Parte del supuesto de que los ciudadanos se conforman plenamente con un estado que goza de condiciones sociales favorables, lo que le confiere un carácter irreal[1]. Las teorías ideales no ofrecen soluciones a los problemas del mundo real,[2] sino que el objetivo de la teoría ideal es proporcionar una guía para las mejoras basada en lo que la sociedad debería parecer normativamente. Otra interpretación de las teorías ideales es que son teorías de estado final[3].
La distinción entre teoría ideal y teoría no ideal fue propuesta por primera vez por John Rawls en Una teoría de la justicia. El razonamiento de Rawls para utilizar la teoría ideal es que proporciona una base necesaria para las teorías no ideales[5] Su concepción del mundo en su obra se basa en una sociedad ideal perfecta. En esta sociedad, los principios de justicia se crean detrás de un “velo de ignorancia”, que sitúa a los ciudadanos fuera de su posición social para que puedan negociar sin la influencia de su propio interés[6] La principal afirmación de la hipótesis ideal de Rawls es que no habría ningún grupo desfavorecido o favorecido, por lo tanto, se daría una situación de equidad ideal[6].
La justicia como equidad: un replanteamiento
Una Teoría de la Justicia es una obra de filosofía política y ética de 1971 del filósofo John Rawls, en la que el autor intenta ofrecer una teoría moral alternativa al utilitarismo y que aborda el problema de la justicia distributiva (la distribución socialmente justa de los bienes en una sociedad). La teoría utiliza una forma actualizada de la filosofía kantiana y una forma variante de la teoría convencional del contrato social. La teoría de la justicia de Rawls es plenamente una teoría política de la justicia, a diferencia de otras formas de justicia discutidas en otras disciplinas y contextos.
La teoría resultante fue cuestionada y refinada varias veces en las décadas posteriores a su publicación original en 1971. Una importante reevaluación se publicó en el ensayo de 1985 “Justice as Fairness”, y en un libro posterior con el mismo título, en el que Rawls desarrolló aún más sus dos principios centrales para su discusión de la justicia. Juntos, dictan que la sociedad debe estructurarse de modo que se conceda a sus miembros la mayor cantidad posible de libertad, limitada únicamente por la noción de que la libertad de cualquier miembro no debe infringir la de ningún otro. En segundo lugar, las desigualdades, ya sean sociales o económicas, sólo deben permitirse si los más desfavorecidos estarán mejor de lo que podrían estar en una distribución equitativa. Por último, si existe una desigualdad tan beneficiosa, ésta no debe dificultar que los que no tienen recursos ocupen puestos de poder, por ejemplo, cargos públicos[1].
Una teoría de la justicia pdf
3 Cabe destacar que esto no implica ningún compromiso por parte de Rawls con la estabilidad en las sociedades injustas. Los contratantes originales no necesitan preocuparse por si las personas que viven en sociedades injustas reales encontrarán razonables los principios elegidos, o si los beneficiarios de las instituciones injustas se encontrarán psicológicamente incapaces de soportar la transición a una sociedad basada en la justicia.
6 Se ha señalado a menudo que este argumento sólo funciona si se asume que las partes contratantes no querrán correr riesgos. El punto de Rawls no es que los hombres y mujeres racionales no estén necesariamente dispuestos a apostar, sino que bajo las condiciones de la posición original las partes se sentirán constreñidas a comportarse de manera adversa al riesgo. Rawls reconoce que muchas personas están dispuestas a asumir riesgos en situaciones reales de incertidumbre. Pero cree que el juego es irracional cuando los resultados tendrán un impacto tan profundo en las perspectivas de vida del jugador y en las de sus descendientes inmediatos. Para una crítica de este punto de vista, véase Barry, 87-107.