Sintético a priori
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En el examen se espera que reflexiones sobre la estructura del argumento ontológico y sobre si es un argumento sólido o válido: ¿las conclusiones se derivan lógicamente de las premisas? El argumento ontológico utiliza la deducción para obtener conclusiones a partir de definiciones. Este tipo de argumento se denomina a priori.
A priori es un término utilizado por primera vez por Immanuel Kant y significa “desde el principio” o “al principio”. Es un tipo de argumento basado en el significado de los términos. Describe cosas que podemos conocer independientemente de los hechos. Conocer algo a priori es saberlo por pura lógica, sin tener que reunir ninguna prueba. Por ejemplo, se puede saber que los triángulos tienen tres lados sin tener que examinar ningún triángulo real y contar sus lados. Kant se refiere al conocimiento obtenido a partir de este tipo de argumento como conocimiento analítico: es una comprensión mejorada de lo que significan las premisas del argumento, más que un conocimiento basado en la experiencia.
En otras partes de este curso, se le presentarán los argumentos a posteriori que dependen de la experiencia y extraen conclusiones de la generalización y el razonamiento inductivo. Un ejemplo de argumento a posteriori es el argumento del diseño para la existencia de Dios.
¿Cuál es un ejemplo de a priori?
Así, por ejemplo, “Toda madre ha tenido un hijo” es una afirmación a priori, ya que muestra un simple razonamiento lógico y no es una afirmación de hecho sobre un caso concreto (como “Esta mujer es madre de cinco hijos”) que el hablante conocía por experiencia.
¿Qué se sabe a priori?
“A priori” y “a posteriori” se refieren principalmente a cómo, o sobre qué base, puede conocerse una proposición. En términos generales, una proposición es conocible a priori si es conocible independientemente de la experiencia, mientras que una proposición conocible a posteriori es conocible sobre la base de la experiencia.
¿Cuál es la diferencia entre priori y posteriori en filosofía?
A priori (“de lo anterior”) y a posteriori (“de lo posterior”) son frases latinas utilizadas en filosofía para distinguir tipos de conocimiento, justificación o argumentación por su dependencia de la evidencia empírica o la experiencia. El conocimiento a priori es independiente de la experiencia actual (por ejemplo, como parte de un nuevo estudio).
Ejemplo a priori
A priori (“de lo anterior”) y a posteriori (“de lo posterior”) son frases latinas utilizadas en filosofía para distinguir tipos de conocimiento, justificación o argumentación por su dependencia de la evidencia empírica o la experiencia. El conocimiento a priori es independiente de la experiencia actual (por ejemplo, como parte de un nuevo estudio). Los ejemplos incluyen las matemáticas,[i] las tautologías y la deducción de la razón pura[ii] El conocimiento a posteriori depende de la evidencia empírica. Los ejemplos incluyen la mayoría de los campos de la ciencia y aspectos del conocimiento personal.
Los términos tienen su origen en los métodos analíticos que se encuentran en el Organon, una colección de obras de Aristóteles. La analítica previa (a priori) se refiere a la lógica deductiva, que parte de definiciones y primeros principios. La analítica posterior (a posteriori) se refiere a la lógica inductiva, que procede de las pruebas de observación.
Ambos términos aparecen en los Elementos de Euclides y fueron popularizados por la Crítica de la Razón Pura de Immanuel Kant, una obra influyente en la historia de la filosofía[1] Ambos términos se utilizan principalmente como modificadores del sustantivo “conocimiento” (es decir, “conocimiento a priori”). A priori puede utilizarse para modificar otros sustantivos como “verdad”. Los filósofos pueden utilizar aprioridad, apriorista y aprioricidad como sustantivos que se refieren a la cualidad de ser a priori[2].
Filosofía a priori
Los términos “a priori” y “a posteriori” se utilizan principalmente para denotar los fundamentos sobre los que se conoce una proposición. Una proposición es conocible a priori si puede conocerse independientemente de cualquier experiencia que no sea la de aprender el lenguaje en el que se expresa la proposición, mientras que una proposición conocible a posteriori se conoce sobre la base de la experiencia. Por ejemplo, la proposición de que todos los solteros son solteros es a priori, y la proposición de que ahora llueve fuera es a posteriori.
La distinción entre los dos términos es epistemológica y se refiere inmediatamente a la justificación de por qué se tiene un determinado conocimiento. Por ejemplo, una persona que sabe (a priori) que “Todos los solteros son solteros” no necesita haber experimentado la condición de soltero de todos -o de hecho de cualquier soltero- para justificar esta proposición. Por el contrario, si sé que “está lloviendo fuera”, el conocimiento de esta proposición debe justificarse apelando a la experiencia de alguien sobre el tiempo.
A priori – deutsch
A priori, que en latín significa “desde lo anterior”, se contrapone tradicionalmente a lo posterior. El término suele describir líneas de razonamiento o argumentos que proceden de lo general a lo particular, o de las causas a los efectos. Mientras que el conocimiento a posteriori es el que se basa únicamente en la experiencia o la observación personal, el conocimiento a priori es el que procede del poder del razonamiento basado en verdades evidentes. Así, por ejemplo, “Toda madre ha tenido un hijo” es una afirmación a priori, ya que muestra un simple razonamiento lógico y no es una afirmación de hecho sobre un caso concreto (como “Esta mujer es madre de cinco hijos”) que el hablante conocía por experiencia.
En la naciente República Americana, en la que algunos seres humanos podían votar y la mayoría de los demás estaban encubiertos por sus maridos con derecho a voto o eran propiedad de esos hombres, la noción de representación mayoritaria estaba corrompida a priori.
Pero en esta temporada, Jamie se parece mucho a Ambrose, y hay algo oscuro dentro de ellos que parece ser un a priori, un hecho, no algo que pueda explicarse, o disculparse, o mirarse para ver si puede corregirse.